Lo Convencional del Estado Pre-convencional
Por
Karim Pluma
Si Lawrence Kohlberg aun viviera, la
entrega de mediados de década del director estadounidense Todd Field (In the Bedroom, Tornado), “Little
Children” (“Secretos Íntimos”, en su interpretación al español) juzgaría que el
film de ficción es una resumida plasmación hollywoodense cuasi-perfecta de la
Teoría del Desarrollo Moral.
Los 136 minutos de “Little Children” son
una exquisita mezcla de drama con humor negro que relatan la historia de un
suburbio idóneo en alguna ciudad del Noreste americano (probablemente Boston) y
la intrigante e irónica doble moral que impera debajo de una hegemónica
normatividad conservadora-clase media alta.
Pero, advertencia: “Little Children” no
es un derivado de “Desperate Housewives” y mucho menos una antítesis a “Sex and
the City”.
“Little Children” va mucho más allá de
la definición de personajes por su entorno; Field no comete el error de
personificar estereotipos y hacerlos versiones trilladas del metafórico “pan
con lo mismo”. Existen, por su puesto,
caracteres estereotipados, pero la brillantez de Field radica en hacer que esos
mismo estereotipos se rompan en la trama, lo cual le da una dimensión mass
compleja a sus personajes (por lo menos los principales) y le da calidad a su
obra.
Estan, por ejemplo, los dos personajes
centrales, Sarah (Kate Winslet) y Brad (Patrick Wilson), quienes se conocen
tras una visita al parque comunitario con sus respectivos hijos. Sarah, una
doctoranda en literatura y ahora renuente ama de casa y madre de tiempo
completo, conoce y forma progresivamente una aparentemente sincera amistad con
Brad, un joven padre “amo” de casa que busca pasar el examen final antes de
recibirse como abogado, pero mientras tanto debe tolerar el tener un rol
secundario en su familia mientras su esposa Kathy (Jennifer Connelly) mantiene
el hogar haciendo documentales. Aquí la trama es predecible: ninguno de los dos
esta conforme con su realidad, y ambos buscan una valvula de escape. Pero Field
rescata su obra al escapar lo muy obvio, pues hace que Sarah, una mujer calida
y sincera pero también de un alto intelecto, se fije en Brad, su inferior
académicamente, y estee, a su vez, un atractivo y atlético prom king haya puesto la mirada en una mujer físicamente poco
comparable con su esposa, a exitosa pero distante y exigente Kathy.
El resto del film se centra en
desarrollar el esperado romance entre Sarah y Brad, un desarrollo, por lo
demás, interesante, aunque poco original, con una estructura dramática
tradicional. Lo que si merece un comentario, sin embargo, es el desenlace de la
película. Una vez mas, Field le recuerda al espectador que su historia - una en
donde el afecto es una figura central – no es una historia de amor, pero
tampoco califica para ser una tragedia. Field sigue a Shakespeare y a Hawthorne
en crear mujeres protagonistas fuertes – demasiado fuertes para sus parejas
varones – pero Sarah no es ni Cleopatra ni Hester Prayne; no posee esa
capacidad contemplativa, ese poder reflexivo que le ayude a discernir
apropiadamente entre lo correcto o incorrecto. Hasta cierto punto el intelecto
de Sarah termina donde empiezan sus frustraciones de la preparatoria, es decir,
de una estudiante dedicada que solo podía soñar con salir con un chico
atractivo como Brad, quien es el Reverendo Dimmsdale, pero con un toque de
héroe homérico aun con arere, con
virtud. Sin embargo, ninguno de los dos es Romeo y Julieta – no han sufrido lo
suficiente como para morir – y mucho menos Hamlet y Rosalind; su pasión
veraniega tal vez se asimile más a la de Lysender y Hermia, los jóvenes amantes
de A Mid Summer’s NIght Dream, pero aun asi no son del todo idénticas: la frase
que inmortaliza a Lysander, “the course
of true love never did run smooth”, es demasiado atractiva como para no
aplicarla con Sarah y Brad, pero es casi imposible: lo que ellos dos sienten no
es amor, sino infatuation, encaprichamiento
de dos adultos en su estado pre-convencional. Por esa razón ambos terminan como
terminan.
En general “Little Children” es una
producción de primer nivel, con un buen uso de iluminación y vestuario. Los
otros elementos de producción, como el sonido, fueron hechos también de manera
muy profesional (aunque tal vez fuese más fácil en este film por haber sido
verano, en el caso de la iluminación). De igual manera, el lenguaje
cinematográfico fue adecuado para el film, ya que para ser una película con
fuerte contenido dramático, los close-ups fueron abundantes y duraderos. Los
movimientos en escena no fueron muy bruscos, por lo cual el uso de dollys no
dominó la obra.
¿Enseña algo “Little Children”? Lo más
evidente, siguiendo el clímax y la resolución del film, es que el adulterio,
por más glamuroso y tierno que sea, es inmoral y por ende castigable, en el
peor de los casos. Pero un vistazo más critico de la situación revela que,
aunque incorrectos, los asuetos morales (como un amorío) tienen el potencial de
convertirse en lecciones de vida tardías para solidificar nuestras relaciones
existentes y en decadencia (como los matrimonios de Sarah y Brad). Para no ser
una película comercialmente muy exitosa (ni siquiera se exhibió en cartelera),
“Little Children” es uno de esos films que cuentan con una universalidad en lo
humano, con lo que casi todos se pueden identificar. Es por eso que, aunque se
trate de adulterio, “Little Children” difícilmente es despreciable; es, en
realidad, una película capaz de provocar empatía en la audiencia, tal vez
porque, así como Sarah y Brad, la audiencia también se reúsa a solo conformarse
con su realidad.
Ficha
Técnica:
Little
Children (2006); Drama-Comedia; Productores Ejecutivos: Kent Alterman, Toby
Emmerich, Patrick Palmer; Director: Todd Field, Albert Berger; Guionistas: Todd
Field, Tom Perrotta Compañías Productoras:
New Line Cinema, Bona Fide Productions, Standard Film Company; Casting: Belinda
Monte, Todd Thaler; Direccion de Arte: John Kasarda; Reparto: Kate Winslet,
Jennifer Connelly, Patrick Wilson, Jackie Earle Haley, Noah Emmerich.
Sinopsis:
The lives of two lovelorn spouses from separate marriages, a registered
sex offender, and a disgraced ex-police officer intersect as they struggle to
resist their vulnerabilities and temptations
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